A la hora de emplear un sistema electrónico uno de los puntos en los que más hincapié se debe hacer es en controlar la integridad de la señal emitida para ver si ésta se recibe correctamente en su totalidad. Dado que cada vez son más los usos que se les da a las señales electrónicas, hacer que éstas fluyan correctamente es de vital importancia.

Y es que, problemas en el timbre, distorsión de señal, pérdida de la misma, el ruido ambiental o la velocidad son más frecuentes de lo que puede parecer.

Dentro de las señales electrónicas, son varias las características y puntos que se deben controlar como, por ejemplo, el empaquetado de electrónica, las conexiones de los circuitos, las PCB, las conexiones entre subsistemas o el diseño del chasis entre otros puntos.

Con el fin de poder controlar todo lo anteriormente conectado, la empresa Curtiss Wright lleva varios años trabajando en un diseño que se consiga controlar la señal electromagnética de una manera óptima. Para ello ha conseguido diseñar una metodología avanzada de análisis de integridad la señal y de post- procesamiento con el fin de garantizar la calidad del servicio. Gran parte de este diseño se basa en el estándar IEEE 802,3 en el que se incluye el análisis del dominio de frecuencia, el procesamiento, el tiempo y un análisis BER.

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