Desde Curtiss Wright se ha llevado a cabo recientemente un programa de actualización para producir una variante de un misil ampliamente utilizado y bien establecido con el objetivo de mejorar las capacidades y la compatibilidad del misil con los aviones modernos.
Uno de esos desafíos a los que se enfrentaron fue extender el alcance del misil, pero teniendo en cuenta que se debía conservar la energía de la batería, lo que requería que la electrónica a bordo fuera más eficiente. Cada vez que un misil se integra en una plataforma diferente, es necesario realizar algún tipo de calificación ya que cada plataforma tiene su propio entorno único (por ejemplo, golpes y vibraciones), y es importante validar el rendimiento del misil.
Por último, el tercer desafío al que se enfrentaron fue en relación a la interferencia. Los misiles están utilizando transmisores digitales más modernos que, en algunas circunstancias, pueden generar interferencia de potencia suficiente para, en efecto, bloquear otros sistemas.
¿Quieres saber cómo resolvieron todos estos problemas desde Curtiss Wright?