A lo largo de estos años, y conforme la tecnología iba avanzando, los vehículos terrestres de defensa han experimentado grandes cambios.
Antes, en este tipo de vehículos se podían observar grandes paquetes de electrónica atornillados y anexos al vehículo. Servicios de comunicaciones, de inteligencia, de vigilancia, de control, servicios GPS… son algunos de estos anexos que cubrían el vehículo por completo. Todo ello, además, de dar una sensación de pesadez al vehículo, hacía que, la mejora de la tecnología en él fuera muy compleja por la cantidad de recursos que se empleaban.
En la actualidad, el espacio es oro, es por ello que los dispositivos compactos y ligeros han ido ganando terreno dentro de los vehículos terrestres de defensa. Conocedor de esta tendencia, Curtiss Wright ha puesto en marcha todo su conocimiento en COTS para poder aplicarlo a este tipo de vehículos. El resultado es un vehículo más ligero y equipado con la última tecnología en el cual prima el espacio para los militares. Para conseguirlo, una de las mejoras más importantes ha sido la introducción de Swap-C, un mecanismo que requiere bajo tamaño, peso, potencia y coste.
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