El concepto de material de cambio de fase (PCM) es sencillo: son sustancias que absorben y liberan grandes cantidades de calor durante el proceso de cambio de su fase (por ejemplo, de sólido a líquido o viceversa). Estas sustancias se funden y solidifican a temperaturas específicas y definidas, lo que las hace adecuadas para una amplia gama de aplicaciones de gestión térmica. La gestión térmica con materiales de cambio de fase puede ser un reto, ya que sus distintas formas pueden tener una conductividad térmica inadecuada por sí solas. Aunque parezca contradictorio, el uso de estos materiales únicos, combinado con una ingeniería experta en disipadores térmicos, puede crear soluciones de gestión térmica increíblemente eficaces.
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