Antes de que un avión empiece a hacer sus vuelos habituales en el aire, estos deben pasar una serie de pruebas muy rigurosas para asegurar que todo el avión y sus funciones no se verán afectadas en el caso de cualquier incidente en pleno vuelo. Temperatura, humedad, vibración y altitud son cuatro de estas pruebas que se consideran vitales.
Dentro de la norma norma MIL-STD 810, el método 520 es el encargado de hacer todo tipo de pruebas en cuatro ejes: temperatura (tanto baja como alta), humedad, vibración y altitud. Con éste se consigue con una sola prueba lo que los métodos 500, 501, 502, 507 y 514 dan por separado.
Si bien es cierto que todas las aeronaves deben tener en cuenta estas variables, esta prueba se suele dejar para ambientes que son realmente extremos en los que, por ejemplo, puede operar un misil o incluso un avión de combate. Al realizarse una sola prueba para medir todos estos factores, se consigue una seguridad mayor ya que se asegura que alguna variable no interfiera en las características de las otras.
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