Las empresas y organizaciones están generando más datos en bruto que nunca, tantos que enviarlos a la nube para su procesamiento y almacenamiento se ha convertido en una tarea costosa e ineficiente.
Cuantos más datos envían a la nube para su análisis y almacenamiento, más dinero gastan en su transferencia. Este nuevo aumento del rendimiento también genera un aumento de la latencia, lo que se traduce en un retraso en los tiempos de respuesta para el capital humano y físico de una empresa u organización. Es decir, los empleados y las máquinas autónomas utilizan la información derivada de los datos en bruto para realizar un trabajo real y tomar decisiones reales.
Cuando las empresas y organizaciones necesitan obtener información de estos datos brutos de forma casi instantánea para seguir siendo competitivas en un mercado global cada vez más exigente tecnológicamente, una arquitectura tan ineficiente puede convertirse en una engorrosa responsabilidad que hace perder tiempo y dinero.
Y ya se sabe el dicho: el tiempo es oro.
Lee más a continuación.